Reconocer nuestras emociones y sentimientos es la tierra fértil para el cultivo del bienestar y la sexualidad. Revisa esta guía para hacerte más consciente de tus afectos
La sexualidad es una cuestión relacional, está presente en aquello que hacemos para conquistar al mundo o a otra persona, en nuestros actos creativos, en nuestras ideas de futuro. La sexualidad vista como una dimensión relacional y creativa entonces implica una conciencia sobre aquello que ocurre en nuestra relación con el entorno y los demás
Lo que sostiene nuestras relaciones con los demás son las acciones que hacemos por aquellos que nos importan, pero los sentimientos y emociones motivan nuestras de ideas de cultivar y sostener los vínculos.
En este artículo te contaré en qué consisten las emociones, sus diferencias con los sentimientos y por qué su adecuada gestión es fundamental para que la sexualidad se desarrolle plenamente, es decir, que nos asumamos como sujetos fértiles, con poder personal, autenticidad, disfrute de la vida y relaciones significativas.
Las emociones
Responder con las exigencias de la vida implica crear constantes respuestas de adaptación al entorno, en este sentido las emociones son fundamentales en nuestra vida porque son las que nos permiten emitir respuestas físicas y mentales ante las situaciones. Además, las emociones también cuentan con una función social porque permite matizar y dar un tono a lo que comunicamos a través del lenguaje verbal o no verbal. Además, las emociones pueden intervenir en nuestra motivación para actuar, o en el sentido inverso, nuestra motivación nos puede predisponer ante ciertas emociones.
Las emociones cuentan con tres componentes: la experiencia subjetiva, la reacción fisiológica y la cognitiva. En un primer lugar, las emociones también actuan como unos lentes, a través de los cuales vemos las situaciones de una manera subjetiva y única. Entonces, una misma situación puede ser interpretada de manera diferente por dos personas, que poseen unos lentes únicos y determinados por las particularidades en su personalidad, condiciones o historia de vida.
En un segundo lugar, cada emoción conlleva una reacción fisiológica diferente que va involucran ciertos órganos o sistemas corporales; lo que es común a todas las emociones es que estas respuestas fisiológicas ocurren por acción de la amígdala en el cerebro, que es responsable por desplegar respuestas casi que involuntarias ante las situaciones en función de nuestras sensaciones y memorias de experiencias anteriores. En tercer lugar, se presentan variaciones en nuestro juicio, razonamiento, memoria y comprensión de acuerdo con las emociones que estemos viviendo.
Las emociones suelen presentarse como una respuesta ante una situación y suelen desarrollarse durante los 6 segundos posteriores a cada estímulo, las emociones son pasajeras y cuentan con una razón que las desencadena. Por ello se diferencian de los estados de ánimo que son más perdurables en el tiempo y que se desencadenan por varias causas o situaciones vitales. Un ejemplo es el estado de ánimo decaído que se experimenta durante las circunstancias de duelo.
Si bien, se presentan diferencias respecto al número de emociones existentes, se plantean que hay emociones básicas y secundarias.
En primer lugar, Eckman plantea la exitencia de seis emociones básicas que las personas desplegamos desde el momento del nacimiento.
Con nuestra incursión en la sociedad y los procesos de desarrollo cognitivo (memoria, el aprenndizaje, el juicio y la atención) ase desarrollan las emociones secundarias, que se presentan después de presenciar las emociones primarias y suelen adquirirse después de los 2 a 3 años y medio.
Cuando nuestras experiencias respecto a una situación o persona pasan por un periodo de reflexión y perduran a través del tiempo, entonces estamos hablando de sentimientos. A diferencia de las emociones, estos no suscitan respuestas precipitadas y hacen referencia a una serie de situaciones, en vez de las circunstancias específicas que desencadenan las emociones.
Creas tus experiencias
Aunque las emociones se despliegan de manera casi inmediata ante las circunstancias, la duración corta de las mismas nos generan posibilidades de acción y decisión ante la manera en que vivimos nuestras experiencias. Por ello la importancia de aprender a gestionarlas.
Algunos pasos que puedes seguir para hacerte dueña de tus emociones son:
1. Crea espacios diariamente para preguntarte cómo te encuentras. Busca darle un nombre a la situación en la que se encuentras
2. Identifica en qué partes de tu cuerpo y qué sensaciones presentas en estas situaciones de tu vida.
3. Reconoce los pensamientos que acompañan cada situación de tu vida y propónte aceptarlos tal cuál sean.
4. Crea espacios para sentir tu cuerpo y respirar conscientemente, ya que ello permite centrarte en la situación presente, lo que sirve para detener y cuestionar las situaciones de malestar o crisis.
5. Pregúntate sobre los efectos que tendrá recrear esta emoción a lo largo del tiempo, con base en ello céntrate en el presente.
6. Crea espacios para practicar una actividad física, cuando estamos centrados en lo que ocurre con nuestra corporalidad y movimiento podemos poner una pausa a los pensamientos díficiles de procesar o al menos oxígenar nuestros cuerpos.
7. Empieza a crear una práctica de escritura en la que registres tus sensaciones físicas y pensamientos cada vez que una situación importante te ocurra. Guárdalo y mántenlo como un templo al cual podrás acudir para revisar tu vida, identificar patrones, notar indicios sobre tus principios y sentido de vida.
Ejercicio práctico eas tus experiencias
Revisa el lugar en el que apuntas tus emociones. Y pregúntate si entre lo escrito pudiste encontrar patrones o tendencias entre tus emociones y las situaciones que estaban ocurriendo. Pregúntate si hay maneras en las que tu cuerpo y mente reaccionan ante las circunstancias.
Cuando completes estos pasos, podrás contar con un lugar de escritura como un templo propio, que te permitirá tomar decisiones y contemplar la vida alineada con lo que es importante para ti.
Crear nuevos significados
Transformar el poder en posibilidades para tu propio cultivo y gobierno es un camino de mil pasos.
Reformular las ideas populares sobre el bienestar y la salud mental es un buen comienzo para hacerte partícipe del bien común.
La psicoterapia es una opción, pero también te planteamos otras maneras de comprender la salud mental en mi canal de Youtube.
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