Otros placeres son posibles. Curso de Sexualidad y Autocuidado. Día 1
por Gina Tarazona
07/10/2021

Aprende nuevas formas de pensar el erotismo y expande tu placer sin importar cuán acompañada estés

 

 

 La sexualidad es muchas cosas, más allá del encuentro genital entre los cuerpos, constituye varias cuestiones como la posibilidad de vivir el placer (erotismo), de crear y reproducir un legado (reproductibilidad), de relacionarnos con el otre (género) y de sentir y decidir de acuerdo a nuestras emociones y sentimientos (afectividad).

 

De todo lo anterior puedo decirte que la sexualidad es una palabra que engloba la toma de decisiones, de acciones y maneras de vivir y experimentar el mundo. 

 

De la sexualidad, la dimensión más conocida tiene que ver con el erotismo. Y al tratarse de una palabra derivada del dios Eros nos invita a conectar con  nuestra capacidad de engendrar y satisfacer nuestros deseos. 

 

Otras maneras de desear son posibles.

 Comer chocolate, tener un día de descanso o desprendernos de nuestros teléfonos son cosas con las que podemos fantasear cuando no tenemos la oportunidad para hacerlo realidad. A diario, vivimos e imaginamos situaciones que podrían llevarnos a situaciones de mayor disfrute y bienestar. 

Entonces, lo que te quiero decir es que el deseo permanece y es un compañero silencioso de nuestra existencia, el está presente para recordarnos que queremos expandirnos, que nuestra conciencia viva experiencias diferentes y que nos escuchemos a nosotres mismes de vez en cuando. 

El deseo no solo se trata de algo que debes suscitar en otro o que debes satisfacer con otra persona. Más allá del deseo sexual que se vive en los coitos y los orgasmos, también es posible vivir el deseo conectándote con aquello que quieres. Desde reconocer necesidades básicas como darte un día de sueño después de una semana agitada, o disfrutar la comida, o ser consciente de cuánto disfrutar la luz del sol, el aire, o el frio sobre tu cara.

Es cierto que la televisión, las películas y mucha de la información que consumimos nos lleva a asociar el placer con los genitales o el encuentro entre dos o varios cuerpos (que usualmente son monógamos, blancos y heterosexuales). Sin embargo, a pesar de cuán cuestionable me parece esto, aciertan en la medida en que asocian lo placentero con imágenes que nos recuerdan los cuerpos, bien sea de una o varias personas. 

El cuerpo es un primer lugar para el reconocimiento del placer, y como todas la vidas humanas, nos es posible contarla porque tenemos un cuerpo que la vive, así que mi invitación el día de hoy es a que reconozcas que complace cada uno de tus sentidos. 

Algunas preguntas que pueden orientarte son las siguientes 

¿Qué disfruta tu olfato, gusto, tacto, ojos, oídos? (Haz la misma pregunta por cada uno de tus sentidos)

¿Qué situaciones, personas, actividades te hacen sentir placer?

¿Qué tan frecuentemente conectas con estas situaciones que te causan placer? 

¿Qué te impide conectar con aquello que te genera el placer?

 El deseo no debería preocuparte

Las propuestas religosas, espirituales y filosóficas que persiguen el deseo desmesurado y sus consecuencias sobre sí mismo y sobre lo otro nos recuerdan la importancia de dar pasos hacia un camino de autoconocimiento que respete nuestras libertades y las del otro.  

Es imporante reconocer que para vivir una vida plena requieres satisfacer necesidades básicas (de vivienda, refugio, económicas, alimentarias) y superiores (de afiliación, pertenencia, trascendencia y sentido).En un escenario ideal, sería increible que tus deseos no fueran limitantes para disfrutar y reconocerte en gratitud por tus necesidades básicas satisfechas. 

Podemos aprender a desear cuestiones y situaciones sencillas que no nos impliquen hacernos esclavos de una situación económica, relacional o laboral, de manera que no debamos traicionar nuestra tranquilidad o principios para vivir una vida plena. Cumplir tus deseos y darles satisfacción es como ese condimiento que le da sabor y variedad a ese plato de comida que es necesario para tu supervivencia. 

Aprendamos a desear escuchando lo que nuestro cuerpo necesita, lo que alegra nuestra mente, lo que nos genera tranquilidad a nosotres mismes y a los demás. Y si, quieres dar lugar al placer en tu vida, recuerda que es posible siempre y cuando no coartes la alegría, tranquilidad, autonomía y libertades de los demás. 

Crear nuevos significados

Transformar el poder en posibilidades para tu propio cultivo y gobierno es un camino de mil pasos. 

Reformular las ideas populares sobre el bienestar y la salud mental es un buen comienzo para hacerte partícipe del bien común.

La psicoterapia es una opción, pero también te planteamos otras maneras de comprender la salud mental en mi canal de Youtube.

Categorías: Conciencia Corporal
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